Belleza

Me he despertado con dolor de garganta intenso.Quizá estoy incubando algo. 


Ayer fue una bonita noche de reencuentro, de nuevo, con un amigo de los que pocas veces se encuentran, entre charlas y cháchara y risas, pensamientos divagando entre esperanza. 


Hoy he podido mirar a los ojos a mi madre y a mi padre, abrazarles fuertemente y decirles que les quiero. 


Me pesan los ojos y el cuerpo, pero guardo una sensación de bienestar. 


He vuelto a escuchar un par de canciones antiguas que me encantan pero esta vez he podido oír un par de instrumentos nuevos en ellas, he observado sonidos en los que jamás me había fijado y me ha resultado increíble. 


No me malinterpretes, no te estoy hablándote de mí por una cuestión ególatra. Tampoco puedo hablar en primera persona de nadie más que no sea yo mismo. 


Aunque seguramente ya lo sepas pero, lo que vengo a decirte es que puedes encontrar belleza en cualquier lugar, en cualquier parte.


Ya que la belleza existe por sí misma. Sin necesidad de que nadie la deba apreciar.

 
Pero tú puedes ser el canal mediante el cuál la belleza se transmite y se pueda expresar. 


Tú siempre tienes la oportunidad de poder contemplar esa belleza. 

Negacionistas del amor

Juan, a sus 89 años, lleva más de 90 días yendo a visitar a su mujer Rogelina, hospitalizada. Acude a su encuentro a pesar de su edad, de las dificultades, de si llueve o si graniza, de si no se encuentra demasiado bien. Ella es su compañera de vida. 


Mateo es el mayor de sus hermanos recientemente huérfanos y a sus 12 años cuida de ellos como si no hubiera un mañana. Recibe ayuda y apoyo familiar por suerte. 
Mira como se miran aquellos enamorados, prometiéndose la Luna y las estrellas, entrelazando sus dedos mientras pasean y suspiran y cruzan de noche por el puente de Triana. 


Marcos juega con su hija de 7 meses, le hace circuitos de psicomotricidad por el salón, contempla su sonrisa y él sonríe aún más. No sé quién se lo está pasando mejor realmente. 


Dos amigas se reencuentran en la estación de Barcelona Sants tras años sin poder verse. Lloran y se emocionan y sonríen a partes iguales. El abrazo se escuchó por toda la estación. 


Kim acaricia su barriga mientras susurra palabras de cariño y amor hacia Alan, a punto de salir a ver qué es el mundo. 


Y tú, dime ahora. 


¿Sigues sin creer en el amor? 

Finalmente Carmen no Mola

Lo triste al final

es que para ventas generar

tres señores se hayan camuflado

bajo el psudónimo de una mujer. 

¿Dónde queda la lucha, 

dónde queda el sufrimiento

de aquellas mujeres que, 

por miedo a no ser tomadas en serio, 

por miedo a ser censuradas, 

tuvieron que escribir 

bajo el psudónimo de un hombre? 

Menudo Planeta

que se está quedando.