Invasión zombi

Criaturas maléficas con formas terroríficas,

sangre en comisuras dentífricas,

restos de carne humana en las muelas,

heridas abiertas putrefactas,

hordas de monstruos sin alma.

 

Personas tétricas con normas tiránicas,

grandes dentaduras postizas,

vaciadoras de entrañas de niños y niñas,

trituradores de ilusión y esperanza.

 

No dista demasiado la ficción de lo real,

ejércitos de desalmados en cada rincón del planeta,

llegados a estas alturas confundo lo existencial,

veo tantas manchas de maldad,

que sólo puedo hacer que levantarme y limpiar,

mi propia consciencia…

 

Y créeme, requiere de un gran esfuerzo.

 

Ayúdame a hacer frente a esta invasión zombi que avanza con un paso tan firme y violento…

zombie-367517_1920

 

 

Nos quieren tristes

Entre competición por competir con, amontonados en el montón, suena tolón tolón, conocen nuestro talón de Aquiles, se abre el telón no esperes que nos aniquilen.

Nos quieren tristes desde que nacemos, expuestos quedamos a la lógica de los mercados. Hablo en plural porque me siento parte de algo más, comparte tu libertad, la podemos sumar.

Me acomplejó por querer ser el mejor, pero mi ser de la mi-ser-ia despertó, historias llenas de histerias, nutre mi mente con libros y enciclopedias, para escapar del paradigma actual que aterra. Aterriza el verso con su nave nodriza, si no cabe dramatiza, escribo quizases en tiza, escribo frases en tinta, perdone usted si no se identifica, no quiero darles el placer de mi agonía.

 

Cómo hago para huir de los latigazos, salir del regazo del capital…

Quiero ser el capitán de mi barco, si nos quieren tristes, alcemos el puño y empuñemos las espadas de nuestro propio destino.

excalibur-618650_1280

 

 

¿Hacia dónde van los sentimientos?

Dónde se dirigen todos aquellos sentimientos que no encuentran su destino…

Que se pierden en el camino…

Todos los “te amo” que se quedaron sin el “te” y el “amo” quedó sólo con su corazón en mano y con su propia condición de amo. ¿En vano? ¡Exclamo! No entiendo las entrañas del ser humano… Emano rimas dañadas mojadas en veneno.

Veneno en vena, así quedó mi alma en pena que se enajena cuando la persona es ajena. Serna me da quién coge los sentimientos y secuestra en cavernas, dónde no pueda ya ver más la luz del sol, dónde se extingue la llama de tu voz, más traidor que Smigol controlando su anillo.

Y yo sin brillo chillo, con restos de sentir en el bolsillo, con miedos en el pasillo, con la inocencia de un chiquillo y la penitencia de estar sólo esperando la muerte en un cuarto sin pestillo, con mi mano acercándose a un cuchillo.

heart-996157_1280

No te aguanto

No te aguanto. Eres insoportable. Siempre con el «yo» en la boca y pensándote el ombligo del universo. ¡Cállate ya! Ya sé de sobras de qué pie cojeas. Del derecho aunque te levantes con el izquierdo. Me conozco de memoria todos tus recuerdos. Todos tus miedos. Todos tus fantasmeos. Todas tus mentiras. Y por supuesto, todas tus verdades. Que son bien pocas… Me das tirria por momentos. Con todo tu abanico de emociones y sentimientos, de culpabilidades, sufrimientos, excesos, dudas, lamentos, tormentos, esperanzas… ¿Puedes parar ya? Me tienes contento con tanto cuento. Porque estoy aquí eh, sino no sé quien sería capaz de aguantarte… ¡Nadie! Suerte que me tienes a mí.

Acto seguido, dejé de hablar en voz alta y le di la espalda al espejo, alejándome despacio y lento…

swan-293157_1920

¿Quién soy yo?

Supongo que a estas alturas ya soy inmune al perfume que inhalan mis viejas dudas.

Mi vértigo queda vertido en un pretérito imperfecto, fue pero se esfumó desnudo como el viento.

Bien-tomemos, cartas en al asunto, pregunto al presunto ser que habita en mí, tantas veces máquina cruel de coser las heridas y envenenarlas, tirando la cura, el elixir bien lejos de aquí, de mí, de ti, incapaz de supurar más. A veces cansa.

Otras veces es un ser cercano a la par que cariñoso aunque no te fíes demasiado porque resulta engañoso.

Y de nuevo viene la pregunta del acoso. ¿Quién soy yo? Soy lluvia de chirimiri o tormenta eléctrica incesante, desafiante, amenazante o simple enano con complejo de gigante…

La pregunta incansable que en toda cabeza cabe. ¿Quién soy yo? Soy solo un socavón o un so cabrón o un solo loco del coco, un colofón de un color o la paleta entera, que será será, no sé ni cuál es la meta, está claro que de genios la luna de egos ya está repleta.

Será que sólo soy la brisa que acaricia el latir de un corazón que escribe por intentar vivir a través de las rimas lo que el mundo le frena. ¿Quién soy yo? Una cabeza hueca o una mente inquieta que indaga por sendas que van hacia la nada.

Hacia la nada, hacia la nada… Y yo nado y nada y yo nado y nada y yo nado y nada y yo nado y ¡para! Quizá es este maldito pensamiento el que me separa de tu cara, el que me enmascara y no repara, el que desampara mi alma cansada.

¿Quién soy yo? Nada… Una lágrima de agua en el océano, una mota de polvo, una particular partícula, un intervalo minúsculo de tiempo para este mundo.

¿Quién soy yo? Un panal de abejas sin miel, que busca un dulce que llevarse, que busca reina sin corona, que sólo una pueda amarme. Que no soy nada, pero tampoco un cobarde, que nunca es tarde, pero el fuego de la culpa arde. Y siendo nada, siento todo, sigo encerrando en la misma jaula que tenemos todos.

Estos cuatro barrotes son demasiado seguros para escaparme yo sólo. Ayudarme a salir de aquí. Antes que estar en vida muerto, antes que tener la mirada perdida en el firmamento, antes que el viento se lleve mis palabras y se conviertan en cuentos, antes que me saque los ojos un cuervo, antes que me salga en el cráneo un cuerno, antes que prefiera estar soñando que despierto.

Ayudarme a salir de aquí, porque aquí dentro estoy agonizando lento, me estoy convirtiendo en un ser violento, estoy empezando a dejar de ser, para no seguir siendo.

Te noté triste

Te noté triste…

Tu boca me decía que no, pero tus ojos: «insiste».

Y siste-máticamente acaricié con dulzura tu cara, pero sin siquiera rozarte.

No es cuestión de no atreverme, es por respetarte y no invadirte.

Ya que tus ojos seguían tristes, pero con un brillo espeluznante…

Como cuando una nube está cargada a punto de soltar todo su cauce.

Como un relámpago que se proclama impactante y desafiante ante el horizonte.

Como un trueno que se hace de notar con su fuerte eco y estruendo.

 

Te noté triste…

Y a la vez eso te acercaba más que nunca a la condición humana de la que muchos dudaban.

De repente, observé una pequeña mueca de tu boca que se elevaba sutilmente hacia arriba.

La tristeza estaba confundida.

woman-641528_1280

 

Me enamoré

Me enamoré de l’amore no de la nena que pedía more, tachando Roma del revés con varias cruces. Suces-ivamente iba mi mente ondeando la bandera de colores fugaces, capaces de marear hasta el más inmareable.

Mi mar se amargaba con las mismas historias contadas repetidas una y otra vez, ignorando los consejos de Lucifer proliferé y doy al amor el peso que hoy le confiere.

 

Amor sin amo. Amor sin vamos.

Amo sin amor. Vamos sin amor.

La meta está aquí, es el éxtasis, metástasis de lo que sentís, serví de vil para acabar luchando por el débil, soy estéril del ser feliz sin un botín por el que vivir.

Me enamoré de las metáforas que escribí.

Fin, rest in peace aquesta nit només  t’espera el llit.

heart-971795_1920

.

La triste realidad social en el país

filename-1

Papá Estado está contento con su fajo de dinero,

mientras las personas se intercambian por euros,

la mujer sigue ocupando el lugar del menosprecio,

mientras la desigualdad aumenta en silencio.

 

Siguen ofreciendo un amargo caramelo

con un toque de fondo que sabe a injusticias,

pero resignadas y esclavas aceptan las familias,

alimentando sin cesar las grandes codicias.

 

Somos los restos, las sobras de un filtro,

servicios sociales al servicio del beneficio,

seguirán ofreciendo miserables oficios,

seguiremos callando en silencio,

mientras la educación apaga las llamas de un fuego

que es imposible de exterminar sin ayuda de todo el pueblo.

 

Pero seguiremos luchando.

 

¿Por qué lloras?

¿Por qué lloras?

Yo sé que lloras a todas horas.

Tus ojos tristes imploran penitencia.

El reloj a cada o’clock no perdona.

El tic-tac no entiende de personas.

 

¿Por qué lloras?

Si te pasas el día bailando entre sonrisas.

Si me hablas de la vida susurrando sus caricias.

 

¿Por qué lloras?

Me repito cada noche delante del espejo.

Estirando la mano para alcanzar su reflejo.

Pero siempre queda lejos, muy lejos.

 

Pero mi júbilo sigue siendo joven,

a pesar de que el tiempo vuela como un ave,

cada año de aspecto soy más viejo,

por dentro la esperanza del porvenir crece,

sigo anhelando sueños perdidos cuando amanece.

eye-447428_1920

 

Contra-dicciones

¿Vivo en un sueño? No. Sueño en un vivo.

No es que no pueda con las noches, las noches no pueden conmigo.

No soy yo quién ve los amaneceres ni los atardeceres…

Son ellos los que me observan, minúsculo, a mí.

Yo no mato al tiempo, el tiempo me mata a mí.

No vivo como quiero. Como como vivo.

No son las palabras que salen de mí. Soy yo, que salgo de las palabras.

 

Son contra-dicciones, paradojas. Pero tienen su loca lógica.

Piénsalo.

print-template-947873_1920