Empatizar

Intento alejarme tantas veces de esa maldita visión narcisista del mundo. Pero qué difícil que es, joder.

¿Qué me pasa? ¿Cómo estoy? ¿Quién soy? ¿Qué deseo? ¿Qué interpreto? Y una infinidad de frases cuyo elemento común siempre es el mismo: yo. Lo mío, mis cosas, mis intereses. Que sí, obviamente has de poseer tu propia mundo interior (de lo contrario carecerías de autoconocimiento) pero aún así tampoco me sirve, ya que al fin y al cabo poco me conozco, poco nos conocemos.

Al final, tanto royo conmigo mismo, que acabo en el mismo punto de inicio: yo, yo y yo. Pero se acabó. Porque no vivimos solos. Porque estamos rodeados de personas. Porque me puedo poner en su situación aunque no sea una obligación.

Así que te voy a leer los gestos, te voy a escuchar atentamente y el rato que estemos juntos, será nuestro y de nadie más.

Y no lo voy a hacer por mí, sino por ti, porque lo mereces. Y si me corresponden bien, y si no, también. Esto no será un regalo de cumpleaños comprometedor que luego ansía y en parte exige reciprocidad.

Será totalmente distinto.

Sólo son mis pensamientos escritos en un pequeño impulso, pero ésta es mi particular forma de intentar poner una pizca de luz en éste, nuestro mundo.

Que tengas una buena semana, querido/a lector/a.