Me he despertado con dolor de garganta intenso.Quizá estoy incubando algo.
Ayer fue una bonita noche de reencuentro, de nuevo, con un amigo de los que pocas veces se encuentran, entre charlas y cháchara y risas, pensamientos divagando entre esperanza.
Hoy he podido mirar a los ojos a mi madre y a mi padre, abrazarles fuertemente y decirles que les quiero.
Me pesan los ojos y el cuerpo, pero guardo una sensación de bienestar.
He vuelto a escuchar un par de canciones antiguas que me encantan pero esta vez he podido oír un par de instrumentos nuevos en ellas, he observado sonidos en los que jamás me había fijado y me ha resultado increíble.
No me malinterpretes, no te estoy hablándote de mí por una cuestión ególatra. Tampoco puedo hablar en primera persona de nadie más que no sea yo mismo.
Aunque seguramente ya lo sepas pero, lo que vengo a decirte es que puedes encontrar belleza en cualquier lugar, en cualquier parte.
Ya que la belleza existe por sí misma. Sin necesidad de que nadie la deba apreciar.
Pero tú puedes ser el canal mediante el cuál la belleza se transmite y se pueda expresar.
Tú siempre tienes la oportunidad de poder contemplar esa belleza.